This has definitely been a very unusual summer. The last two months have been filled with plenty of sweet and sour feelings and emotions. I would probably lie if I said that I am not happy it is over. Still, hard times do come to us all and they are also a most important part of our lives, since they test our maturity and they help us enhance it by learning from our own mistakes. They also help us realize the importance of those people that we hold close to our hearts and that are always there whenever you need them. Certainly, those people are usually small in number but sometimes numbers are just completely unimportant. Each of them is a treasure in their own way. Knowing that they´ll stand by you, everything seems easier. It is time to chase the blues away.
Este verano ha sido bastante raro. Mis últimos dos meses han estado llenos de momentos agridulces, y la verdad es que mentiría si dijera que no me alegro de que todo haya acabado. En cualquier caso, está claro que todos pasamos por momentos difíciles antes o después. Dichos momentos juegan un papel importante en nuestras vidas porque ponen a prueba nuestra madurez y, al mismo tiempo, nos ayudan a crecer y a ser más maduros siempre y cuando consigamos aprender de los errores cometidos. Los momentos difíciles también son buenos porque nos ayudan a darnos cuenta de que hay gente a nuestro alrededor que nos quiere y que está ahí cuando se la necesita. Estas personas suelen ser más bien pocas en número, pero a veces los números dan igual. Te das cuenta de que cada una de ellas es un tesoro a su manera. El saber que están y permanecerán a tu lado, hace que todo sea más fácil. Ya es hora de acabar con la tristeza.
