As you may remember, two years ago I visited the Grand Canyon for the first time. Together with my brother David and Anette, a german friend who was living in the US at that time, we went on an airplane day trip to the West Rim from Las Vegas. This summer, it was Ana – another friend from Spain – who came to the US and we decided to make a short trip back to the Canyon. This time, we flew from Baltimore to Phoenix and we drove to the National Park, where we spent a couple of days. I have decided to “immortalize” some of the memories from our trip by putting together a video trilogy (beware Lucas and Spielberg… ;-) made entirely of pictures and short videos taken with our cameras during our time there.
Como quizás recordaréis, hace dos años visité el Gran Cañón por primera vez. Con mi hermano David y con Anette, una amiga alemana que por aquel entonces estaba viviendo en NY, hicimos una excursión de un día al West Rim (la "zona Oeste") en avioneta desde Las Vegas. Este verano, Ana – otra amiga, en este caso española – vino a pasar unos días en los EEUU y decidimos volver al Cañón. Esta vez, volamos desde Baltimore a Phoenix y luego condujimos hasta el Parque Nacional, donde pasamos un par de días. He decidido "inmortalizar" algunos de los recuerdos que nos quedaron del viaje a través de una trilogía de vídeos (al más puro estilo Lucasarts ;-) que contienen imágenes tomadas con nuestras propias cámaras durante el tiempo que estuvimos allí.
The first of these videos is made of images taken on the road to the Grand Canyon. After taking an evening flight and spending the first night in one of the hotels near the Sky Harbor airport in Phoenix, we rented a car early in the morning at we drove north along Interstate 17. We made a first stop at Montezuma’s Castle, a National Monument that consists of the ruins of some ancient cliff dwellings. Apparently, some Spanish explorers in century erroneously stablished a conection between the monument and Aztec emperor Montezuma, hence the name. Back on the road, we took a detour from the highway via Sedona, where we stopped for lunch, and we were rewarded with a whole set of pretty amazing landscapes made up of whimsical red rock formations. We drove up a narrow and winding road through Oak Creek Canyon, where the red of the rock turned into the green of the many trees that carpeted the impressive mountain sides. Up on the plain, we drove back into the interstate and then continued our journey through a really long and straight road (believe me, no turnings at all, just imaging driving straight for about an hour) that took us to the very Canyon border. As night fell upon us, the colors of the sunset reminded us of the uniqueness of the place.
El primero de los vídeos muestra imágenes de la carretera que nos llevó al Gran Cañón. Tras un vuelo con salida a última hora de la tarde, pasamos la primera noche en un hotel cercano al aeropuerto de Phoenix. A la mañana del día siguiente, alquilamos un coche y tomamos la carretera interestatal 17 rumbo norte. Hicimos una primera parada en el llamado Castillo de Montezuma, un Monumento Nacional consistente en una serie de ruinas de una especie de fortificación construida en la ladera de un acantilado. Al parecer, los primeros exploradores españoles creyeron erróneamente que la construcción estaba relacionada con Montezuma, el emperador azteca, y por eso le pusieron ese nombre. De vuelta en la carretera nos desviamos de la autopista y paramos a comer en Sedona, donde alucinamos con los paisajes “de piedra roja”, que parecían sacados de las películas del oeste. Seguimos conduciendo por una carretera muy estrecha y llena de curvas, a través del Oak Creek Canyon, donde el rojo de la piedra dejó paso al verde de los árboles que parecía alfombrarlo todo. Ya en la meseta, regresamos a la carretera principal y continuamos el viaje hasta llegar a una recta impresionante (imaginaos una hora conduciendo en línea recta, sin necesidad de tocar para nada el volante) que nos llevó hasta el mismísimo borde del Cañón. Al caer la noche, los colores del atardecer parecían empeñados en recordarnos lo afortunados que éramos por poder disfrutar de uno de los paisajes más bellos del mundo.
El primero de los vídeos muestra imágenes de la carretera que nos llevó al Gran Cañón. Tras un vuelo con salida a última hora de la tarde, pasamos la primera noche en un hotel cercano al aeropuerto de Phoenix. A la mañana del día siguiente, alquilamos un coche y tomamos la carretera interestatal 17 rumbo norte. Hicimos una primera parada en el llamado Castillo de Montezuma, un Monumento Nacional consistente en una serie de ruinas de una especie de fortificación construida en la ladera de un acantilado. Al parecer, los primeros exploradores españoles creyeron erróneamente que la construcción estaba relacionada con Montezuma, el emperador azteca, y por eso le pusieron ese nombre. De vuelta en la carretera nos desviamos de la autopista y paramos a comer en Sedona, donde alucinamos con los paisajes “de piedra roja”, que parecían sacados de las películas del oeste. Seguimos conduciendo por una carretera muy estrecha y llena de curvas, a través del Oak Creek Canyon, donde el rojo de la piedra dejó paso al verde de los árboles que parecía alfombrarlo todo. Ya en la meseta, regresamos a la carretera principal y continuamos el viaje hasta llegar a una recta impresionante (imaginaos una hora conduciendo en línea recta, sin necesidad de tocar para nada el volante) que nos llevó hasta el mismísimo borde del Cañón. Al caer la noche, los colores del atardecer parecían empeñados en recordarnos lo afortunados que éramos por poder disfrutar de uno de los paisajes más bellos del mundo.
Welcome to Thailand.
I love Dead Poets Society like you.
Uhm, me asustas, empiezas a hablar en español como en inglés... son sutiles matices pero están ahí y un día se adueñan de ti...
Samuel,
Estas tu hablando acerca de mi? Yo no pienso que eso es verdadero.
Que tengas un gran dia y ver a ti mas tarde!
;-P