National Bohemian beer and Utz potato chips are two food items that are typically associated to the city of Baltimore.
La cerveza National Bohemian y las patatas fritas Utz son dos productos muy ligados a la historia reciente de la ciudad de Baltimore.
‘Natty Boh’ as the beer is also sometimes called, was originally brewed in Baltimore by the National Brewing Company. Apparently, the president of the company was also the owner of the Baltimore Orioles (the local baseball team) and the beer was served at the stadium. It became the “official” beer of Baltimore in the late 60s. The beer is usually identified by the picture of a one-eyed, handle-bar mustached gentleman called Mr. Boh:
La ‘Natty Boh’, como también se llama a esta cerveza, se empezó a fabricar en Baltimore por la National Breweing Company. Al parecer, el presidente de la compañía era también el propietario de los Orioles de Baltimore (el equipo de béisbol) y la cerveza se servía siempre en el estadio, hasta el punto de llegar a convertirse en la “cerveza oficial” de la ciudad a finales de los años 60s. El símbolo de la cerveza es un señor con bigote y un parche en un ojo, que se llama Mr. Boh:
Utz Quality Foods is a company that began 1921 in a town called Hannover in Pennsylvania. The owners used to sell their products in both Hannover and Baltimore farmer markets at the time, and maybe because of that, it also became very tightly associated to the city. The symbol of the Utz potato chips is a girl with a ribbon on her hair:
La Utz Quality Foods es una empresa alimentaria que se creó en 1921 en un pueblo de Pennsylvania llamado Hannover. La pareja propietaria del negocio por aquél entonces, empezó vendiendo sus productos en los mercadillos de Hannover y Baltimore, y por eso la marca estuvo también muy ligada a la ciudad desde sus inicios. El símbolo de las patatas fritas Utz es una chica con un lazo en el pelo, que aparece en todas las bolsas:
Throughout the years, both Mr. Boh and the Utz girl have become recognizable icons of the Baltimorean culture. A few years ago, one of the local jewelry shops had the idea of having them fall in love with each other. Mr. Boh, ended up proposing to his fiancée with an engagement ring (which he bought, of course, at that very same shop).
Con el pasar de los años, tanto Mr. Boh como la chica de las patatas fritas Utz se han convertido en iconos de la cultura baltimoreana. Hace unos años, un publicista que trabajaba para una de las joyerías locales tuvo la idea de hacer que se enamoraran. Al pobre de Mr. Boh, no le quedó más remedio que acabar comprándole un anillo a su amada, para convertirla en su prometida.
Some time later, they even got married and lived happily ever after. Never again were they hungry, or thirsty. A truly Baltimorean love affair!!
Al cabo de un tiempo, se casaron. Vivieron felices y comieron perdices (además de patatas fritas de bolsa y cerveza de la buena, eso sí ;-). Una historia de amor con auténtico sabor a Baltimore.